La ropa de protección puede fabricarse con una amplia variedad de materiales que, en función de sus caracte­rísticas, proporcionarán un tipo u otro de protección. En­tre los distintos materiales disponibles se encuentran, por ejemplo:

  1. Tejidos no tejidos
  2. Entramados metálicos (aramidas, aluminizados…)
  3. Textiles o textiles recubiertos
  4. Composiciones multicapas
  5. Goma, neopreno y plásticos

 

No obstante, la tecnología textil actual permite tal canti­dad de posibilidades que continuamente hace que apa­rezcan nuevas composiciones lo cual dificulta asociar, de manera general, material con protección.

La mayoría de las normas europeas relativas a ropa de protección indican que ésta debe ir marcada con un pictograma en forma de escudo en cuyo interior se en­cuentra el símbolo correspondiente al tipo de riesgo fren­te al cual protege. Por otra parte, un pictograma en for­ma de cuadrado indica la aplicación prevista, represen­tada por la figura de su interior.

El símbolo de protección junto con la referencia a un nú­mero de norma implica una serie de niveles de presta­ción obtenidos dependiendo de los resultados de uno o varios ensayos de laboratorio.

Estos pictogramas pueden ir acompañados de números o letras que representan los niveles de prestación obte­nidos u otro tipo de información de acuerdo a la norma específica.

Nivel de prestación

El nivel de prestación se define como el número que designa una categoría particular o un rango de presta­ción mediante el cual pueden graduarse los resultados de un ensayo. Un nivel alto, generalmente, se correspon­de con una mayor protección. Los niveles de prestación están basados en resultados de laboratorio lo cual no refleja necesariamente las condiciones reales del pues­to de trabajo.

El rango de los niveles de prestación va de 0 a 4, 5 o 6.

El nivel 0 implica que el resultado está por debajo del valor mínimo establecido para el riesgo dado mientras que 4, 5 o 6 representa el mayor valor posible y por tanto el más efectivo. Una “X” representando el resultado de un ensayo implica que dicha ropa no ha sido sometida al ensayo o que el método no es adecuado para el diseño o material de la misma, por tanto no se debe usar como protección frente a dicho riesgo.

Estos niveles permiten comparar productos diseñados para ofrecer un mismo tipo de protección y tener idea del grado de resistencia o comportamiento del material fren­te a un tipo de agresión. No obstante, se recomienda siempre efectuar pruebas in situ para confirmar la ido­neidad de la ropa para la situación específica.

En los procedimientos de certificación de la ropa de pro­tección suele aplicarse la norma UNE-EN-340. Ropa de protección. Requisitos generales. Los requisitos estable­cidos en ella definen las características, de carácter ge­neral, que debe tener toda la ropa de protección inde­pendientemente del riesgo específico frente al que pro­teja. Esta norma, UNE-EN 340, nunca debe usarse sola sino siempre en combinación con alguna de las normas específicas.

Toda la ropa de protección cumplirá, por tanto, con lo que en esta nota se establece, además de con lo que se indi­que en su norma específica.

En la tabla del principio del artículo se enumeran normas específicas de ropa de protección con la norma técnica de referencia y, en su caso, los pictogramas asociados.